Ser mamá es hermoso, pero también puede ser increíblemente agotador, sobre todo cuando los berrinches parecen no tener fin. Si a veces te sientes al borde del colapso, no estás sola. Hoy quiero invitarte a explorar los berrinches desde una nueva perspectiva, una que te ayudará a sentir más paz y conexión con tu hijo.
Imagina que has tenido un día terrible en el trabajo y, al llegar a casa, te encuentras con un problema que te sobrepasa. Puede que te irrites, grites o incluso te encierres a llorar.
Los niños pasan por lo mismo, pero aún no tienen las herramientas para manejar esos momentos
Quiero que sepas que tu hijo, o quien sea que esté pasando por un momento así, no lo está pasando bien porque se siente sobrecargado. No quiere sentirse de esa manera.
Quién está pasando por un momento así lo que más necesita es contención y guia para regresar a sentirse feliz y en calma nuevamente. Sin embargo, es muy común que los adultos en su vida también se sientan sobrecargados, lo cual complica el papel de ser el adulto (quien dá la contención) en la habitación.
¿Cómo saber si un berrinche es normal?
Un berrinche siempre será "normal". No porque esté bien o mal que tu hijo lo tenga, sino porque es la forma en la que tu hijo te está comunicando algo.
¿Qué te puede estar comunicando? Muchas cosas, pero en resumen, te está diciendo que tiene sentimientos y que necesita ayuda para manejarlos.
Por esta razón, lo que me mueve a compartir el mensaje de la crianza consciente es que las nuevas generaciones sean niños más comprendidos y contenidos, hoy quiero dejarte los errores más comunes que considero empeoran los berrinches, y cómo puedes evitarlos para ayudar a tu hijo a gestionar sus emociones.
1. Reaccionar con gritos o castigos
Es completamente natural que pierdas la paciencia a veces. Somos humanos. Pero es importante recordar que los gritos o castigos no ayudan a tu hijo a aprender a manejar lo que siente; solo lo desconectan más. Y aunque pueda parecer que 'funciona' en el momento, no estamos solucionando el problema de raíz.
Y sí, sé lo que estás pensando. Tal vez pienses que berrinche y capricho son lo mismo y, por esa razón, lo justo es que mamá intervenga para dominar la situación.
Lo entiendo… no conoces otra forma de hacerlo. Tal vez te haya funcionado en ocasiones, tal vez no.... Pero controlar un berrinche para que pare no es acabar con el problema desde la raíz. Reaccionar con gritos, castigos o incluso premios solo hace que el “problema” se resuelva a corto plazo.
Enseñar a manejar las emociones no es solo para hoy, es para toda la vida.
Si te dijera que la principal causa de que tu hijo no haya aprendido a regresar a su centro cuando está descontrolado es porque nadie le ha enseñado sobre esas emociones que está teniendo.
Enseñarle sería comprenderlo, entrar en su mundo y validar lo que está sintiendo, para luego ser el modelo de cómo es regresar a la calma.
Quiero ayudarte a que sepas responder con empatía en lugar de añadir más estrés a la situación. Por eso he dejado un descargable que te explica el paso a paso para manejar los berrinches desde el interior y no controlando desde afuera.
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2. Tratar de razonar con el niño en pleno berrinche
Durante un berrinche, el cerebro emocional del niño está activado y no puede procesar lógica o razones. Intentar explicarle algo solo genera más frustración.
Intentar hablarle de lógica a un niño en berrinche es como tratar de apagar un incendio con una vela. En ese momento, su cerebro emocional ha tomado el control y solo el tiempo, tu presencia y tu calma pueden ayudarlo a regularse.
Me gusta decir que para evitar un berrinche hay mucho trabajo previo que se puede hacer. Pero si no lograste prevenirlo o si el niño no llegó al entendimiento porque solo tuvo castigos o amenazas, ya ni lo intentes enseñar en pleno berrinche.
Será un momento incómodo para ambos, pero tu trabajo es contener y ser su soporte. Un niño en berrinche no va a entender lo que le queramos explicar.
Esto no significa que el niño no necesita aprender sobre su mundo emocional. Significa que tratar de razonar en medio del berrinche es como intentar entrenar a un perro para que se siente justo cuando está peleando con otro perro. No va a ser posible que en ese momento entienda nuestras explicaciones, lo que solo aumentará la frustración.
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3. Ignorar las emociones de quién la está pasando mal.
Minimizar o ignorar los sentimientos del niño puede hacer que se sienta rechazado, prolongando el berrinche. Los niños necesitan sentir que sus emociones son válidas, aunque no sean convenientes en el momento.
Ignorar las emociones de tu hijo es como cerrar una puerta cuando él más necesita que la abras. En esos momentos, tu hijo está aprendiendo sobre el mundo y sobre sí mismo. ¿Qué pasa si aprende que sus emociones no importan? Lo que queremos es enseñarle que sus sentimientos son válidos, y que siempre puede contar contigo para ser su apoyo en los momentos difíciles.
Muchas mamás me preguntan en mis asesorías: “¿Por qué mi hijo hace berrinche solo conmigo?”. Y quiero decirte que, si sientes que ese es tu caso, tu hijo hace berrinche solo contigo porque "Tú eres su lugar seguro".
No es porque te manipule o se "chiquee", sino porque lo que siente es auténtico. ¿Y sabes qué? Así debería ser.
Ser humano es tener sentimientos, y cuando no los escuchamos, estos tienden a escalar en intensidad. Ignorar las emociones de tu hijo en el momento que más te necesita no es lo que queremos.
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¿Cómo comunicamos valor a nuestros hijos?
En esos momentos que aparentemente son insignificantes en el día a día. Si el padre o la madre se toma unos minutos para unirse a su hijo cuando más lo necesita, le están reafirmando algo muy importante de su autoconcepto: ¡Eres valioso, y por eso estoy aquí para ti!
Para terminar...
Recuerda, esto es un proceso. No necesitas ser una mamá perfecta, solo una mamá presente. La próxima vez que tu hijo no se pueda regular, en lugar de colapsar con él, respira, conecta, y recuerda que tienes el poder de enseñarle algo que le servirá toda la vida: cómo regresar a la calma.
Sé que no va a ser fácil, pero reflexiona un momento: "¿Crees que tu hijo te está molestando personalmente o crees que está pidiendo que te conectes con él/ella?"
Busca cómo puedes ajustar tu energía para adaptarte a sus necesidades. Tú puedes crear un lugar seguro y fomentar la confianza.
>> Y si sientes que necesitas apoyo en este camino, aquí estoy para ayudarte.
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