
¿Te sientes dividida entre tus necesidades y las de tus hijos?
Muchas mamás llegan a mí diciendo que, a pesar de todo lo que hacen por sus hijos —dedicándoles tiempo, esforzándose para que tengan las mejores clases extracurriculares y llevándolos siempre con los mejores profesionales cuando enfrentan algún problema de aprendizaje o de salud—, aún dudan de si son suficientemente buenas madres.
Aunque se ven a sí mismas como mamás responsables, sienten que hay algo que no logran cambiar: sus reacciones impulsivas cuando sus hijos no hacen lo que esperan, no dicen lo que deberían o no se comportan como ellas quisieran.
Si tú también te reflejas en estas mamás —en esas dos partes de ti que lo hacen todo y lo dan todo, pero luego sienten culpa por los gritos, los castigos o la impulsividad con la que actuaron, reconociendo que fue más por impulso que por educación—, quiero invitarte a reflexionar si esa impulsividad puede venir del agotamiento y de una falta de calma constante en tu vida.
Si es así, y respondiste que lo más probable es que termines agotada y sin haber hecho nada en el día por ti, te invito a ver el autocuidado desde esta perspectiva: cuidar de ti, ponerte como prioridad y darte lo que necesitas no es un acto egoísta; es la mejor manera de dar a nuestros hijos desde un lugar de autorrealización y entrega, en lugar de hacerlo desde el agotamiento y el sacrificio.
Y aquí quiero mostrarte de qué forma cuidar de ti puede ayudarte a conectar cada día mejor con tu hijo o hija.
Es un gran reto equilibrar el cuidado personal con el cuidado de los demás, especialmente desde que nos convertimos en mamás, y por eso entiendo perfecto cuando aparecen los “pero…”:
“Pero Ximena, yo no tengo tiempo para eso…”
“¿En qué momento del día quieres que cuide de mí o me dé lo que necesito, si tengo tanto por hacer?”
La Armonía Comienza en Ti
Uno de los conceptos clave que enseño en mis talleres es cómo verse a sí misma como la principal creadora de cambio en su vida. Cuando tú, como mujer y mamá, comienzas a transformar algo dentro de ti, empiezas a ver cambios en todo lo que te rodea, aunque nada afuera realmente cambie. Repito: aunque nada afuera cambie, tú puedes ser el cambio que quieres ver.
Este enfoque se basa en la idea de que nuestra realidad es el resultado de lo que pensamos, sentimos y hacemos. Así que, si me veo a mí misma como una fuente de paz y energía para cuidar mejor de los demás, mi trabajo es ser congruente, hacer lo necesario por mí misma y darme aquello que realmente necesito, deseo y considero importante.
Cuando una mamá se dedica tiempo, puede estar más presente y conectada con sus hijos, y lo hace desde un lugar de abundancia, no desde una necesidad de autorrealización que aún no ha encontrado.
1. Diferencia entre Sacrificio y Conexión mutua.
No quiero que se malinterprete el concepto. Probablemente lo que más necesitamos en el mundo es dar y hacer por los demás, especialmente como mamás, cuando queremos brindarles a nuestros hijos toda la contención, cariño y apoyo que necesitan. Pero es importante recordar que damos para realmente conectar con la otra persona.
El concepto de 'dar' es algo que facilmente se puede desviar, y en especial a las mujeres se nos ha enseñado que cuanto más damos, mejores somos. Esta creencia tiene sin duda un origen cierto, pero dar también debería venir de un lugar desinteresado, sin estar pendiente de si eso nos hace 'buenas' o no a los ojos de los demás.
Ser mamá desde el sacrificio significa darlo y hacerlo todo por y para nuestros hijos; en cambio, cuando logro compaginar y equilibrar lo que yo necesito con lo que mis hijos necesitan, me vuelvo una mamá más conectada con ellos.
Si ocupo todo mi tiempo en cuidar de los demás, es probable que termine agotada y resentida. Pero si logro ser responsable sin sacrificar mi propia identidad, puedo dar desde un lugar desinteresado. Siempre digo: 'Dar desde un vaso lleno es la única forma de no terminar agotada'.
2. Intégrate en tu propia agenda.
Todos tenemos áreas en nuestra vida que nos complementan y aportan equilibrio.
Yo las visualizo como seis esferas de vida:
-tres en la categoría“yo conmigo” y
-tres en“yo con los demás”.
Cada año, al inicio y al final, reviso cómo me encuentro en cada una de estas esferas; esta práctica me permite descubrir cómo estoy contribuyendo a los demás y, a la vez, asegurar que estoy atendiendo lo que necesito para mi propio bienestar.
Mi propuesta para ti es ver el autocuidado en tu maternidad de una forma equilibrada, revisando si tienes bien proporcionadas las dos categorías. Si notas que alguna está en desequilibrio, puedes ajustar tu enfoque para crear un balance, reservando en tu agenda momentos especiales para ti.
Este tiempo personal es crucial: cuando te das lo que necesitas, podrás ofrecer a tus hijos y seres queridos una conexión de calidad, desde un lugar lleno y sin expectativas.
Es en este equilibrio que las relaciones con los demás se convierten en un “postre”: un extra dulce y enriquecedor, porque tú ya habrás nutrido primero tu propio bienestar.
3. Cuidarte sin culpa
Si quieres comenzar a recuperar tu conexión contigo primero para superar la culpa recuerda que al cuidarte, estás beneficiando también a tu familia.
¿Sabes cómo encontrar más tiempo para ti? No es cuestión de encontrarlo, ¡es de crearlo! Tú misma vas a reservar ese tiempo en tu agenda, dándote el espacio que mereces.
Todo lo que pasa en tu vida requiere tu participación. Cuando no eres tú quien decide cómo usar tu tiempo, es como si fueras una extraña en tu propia vida. Pero cuando tomas el control, empiezas a sentir la satisfacción y el placer de adueñarte de ella. Puedes empezar con unos minutos al día o unas horas a la semana, y al ver los beneficios, tanto en ti como en tu relación con los tuyos, ¡querrás un poco más!
No importa si ha sido por miedo, culpa, o porque no sabías cómo organizarte. Ese tiempo que sientes que te falta para ti es algo que tú misma necesitas priorizar y hacer realidad.
Recuerda que una mamá que se siente plena puede ser una guía y ejemplo de amor y equilibrio para sus hijos.
>> Y si sientes que necesitas apoyo en este camino, aquí estoy para ayudarte.
Agenda tu llamada gratuita aquí y comencemos juntas este nuevo capítulo.